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Que Es El Cáncer De Hígado: Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento



El carcinoma hepatocelular (HCC) es el cáncer primario más común en el hígado, y responde por más
de 90% del cáncer primario en hígado, generalmente se asocia con cirrosis y cursa asintomático en su etapa inicial. 

En todo el mundo, el HCC ocupa el quinto lugar, así como el tercero como causa de muerte relacionada con cáncer. En Estados Unidos, 18 510 nuevos cánceres de hígado y conducto biliar intrahepático se esperan en 2006, con un estimado de 16 200 muertes.

Es el cáncer que más frecuentemente se diagnostica en regiones de alta incidencia como es Corea donde la relación hombre mujer es de 8:1. Se considera que aproximadamente un millón de nuevos casos se diagnostica cada año y un número similar morirá por hepatocarcinoma. La distribución mundial del cáncer hepático no es uniforme en todo el mundo, la mayoría de los casos se presentan en el Este de Asia y África donde le corresponde el 90 % de los cánceres hepáticos. 

El HCC es una enfermedad heterogénea en términos de etiología y asociaciones subyacentes con variación geográfica significativa en su distribución en todo el mundo. Se presenta más frecuentemente en el sureste asiático y el África subsahariana. La prevalencia de HCC en estas áreas es más de 100/100 000 de población, mientras que en Europa y Estados Unidos se estima en 2-4/100 000 de población.

FACTORES DE RIESGO

Algunos de los factores de riesgos asociados a esta enfermedad.
  
   1.    HBV
   2.    HCV
   3.    Alcohol
   4.    Aflatoxina B
   5.    Hemocromatosis
   6.    Deficiencia de antitripsina α1
   7.    Tirosinemia hereditaria
   8.     Porfiria cutánea tarda
   9.     Enfermedad de Wilson
  10.   Cirrosis biliar primaria
  11.   Anticonceptivos orales
  12.   Esteatohepatitis no alcohólica

PATOLOGÍA

Los HCC se presentan desde lesiones bien diferenciadas hasta lesiones anaplásicas sin diferenciar. A nivel macroscópico pueden ser de tipo ganglionar, masivo o difuso. La variante fibrolamelar de HCC habitualmente se presenta en pacientes jóvenes y es más común en mujeres. Habitualmente no está asociado con HBV o HCV y cirrosis, y tiende a tener un mejor pronóstico. Rara vez se puede ver una variante mezclada HCC-colangiocarcinoma.

Los dos componentes celulares pueden estar separados, adyacentes uno con otro, o de lleno mezclados.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

La mayoría de los cánceres del hígado en su inicio son totalmente asintomáticos, en etapas avanzadas generalmente presentan dolor localizado al hipocondrio derecho con irradiación al hombro del mismo lado que se acompaña de ictericia, hipostenia, hipodinamia, pérdida progresiva de peso, hepatomegalia, ascitis, equimosis, signos de insuficiencia hepática y ocasionalmente sangrado del tubo digestivo.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de HCC se puede dificultar, y a menudo requiere el uso de marcadores séricos, una o más modalidades de imagen, y confirmación histológica. Si el diagnóstico de HCC es considerado, se debe adquirir una historia cuidadosa para preguntar acerca de factores de riesgo potenciales para HCC, así como historia familiar de enfermedad hepática hereditaria. Un cuidadoso examen físico debe enfocarse en hallazgos de hepatomegalia, masa hepática, y otros signos de cirrosis. Habitualmente se llevan a cabo recuentos sanguíneos completos, pruebas de función hepática, serología HBV/HCV, tiempo de protrombina, y fetoproteína alfa (AFP) sérica. Debido a la ausencia de síntomas patognomónicos y de la reserva funcional grande del hígado, el HCC con frecuencia se diagnostica de forma tardía durante su curso. Para pacientes con cirrosis subyacente con infección crónica por HBV o HCV, el diagnóstico de HCC a menudo se sospecha con una elevación en el nivel sérico de AFP o la aparición de una nueva lesión hepática en el ultrasonido. Un estudio con rastreo de CT del hígado y/o imagenología de resonancia magnética (MRI) debería intentarse para mejor caracterización de las lesiones.

 En pacientes cirróticos, cualquier nódulo dominante sólido hipervascular con aumento de intensidad en la señal T2, presencia de invasión venosa, o elevación de AFP asociada debería considerarse como HCC a menos que se compruebe otra cosa. Si se va a realizar resección quirúrgica, podría no ser necesaria una biopsia preoperatoria para confirmar el diagnóstico si la lesión es característica y muy sospechosa para HCC. La biopsia conlleva un pequeño riesgo de dispersión de tumor en la cavidad de la aguja y aumenta las complicaciones en pacientes cirróticos.

Para pacientes no cirróticos, el diagnóstico de HCC debe considerarse para cualquier lesión hepática que no es claramente un hemangioma o hiperplasia ganglionar focal. En ausencia de pistas específicas para diagnóstico, la biopsia sería apropiada. La AFP es una glucoproteína que normalmente se produce durante la gestación por el hígado fetal y el saco vitelino con una vida media de aproximadamente seis días. La AFP es el marcador más habitual en HCC y está elevada en aproximadamente 80% de pacientes con HCC. También se puede ver la elevación sérica de AFP en el embarazo, con tumores de origen gonadal, y en pacientes con infección crónica de HBV o HVC sin HCC. No todos los HCC secretan AFP, y se pueden ver concentraciones séricas de AFP normales hasta en 20% de ellos. Para pacientes con HCC, aquellos con hepatitis viral subyacente tienen mayor probabilidad de experimentar elevación de AFP que aquellos con enfermedad alcohólica. 

La sensibilidad, especificidad y valor predictivo de la AFP sérica en el diagnóstico de HCC dependen de las características de la población en estudio, el valor de corte elegido para establecer el diagnóstico, y el estándar de oro utilizado para confirmar el diagnóstico. Utilizando un valor de corte >20 ng/ml, se tiene una sensibilidad de aproximadamente 60% y una especificidad de 90%. Desafortunadamente, la AFP sérica tiene un bajo valor predictivo positivo, en particular en una población con baja prevalencia de HCC.

ESTADIFICACIÓN SISTEMA TNM

Tumor primario (T)
Tx: El tumor primario no puede evaluarse.
T0: No hay prueba del tumor primario.
T1: Tumor solitario sin invasión vascular.
T2: Tumor solitario con invasión vascular o tumores múltiples que no pasen de 5 cm. En diámetro.
T3: Tumores múltiples de más de 5 cm o  tumor que invade venas hepáticas o portales.
T4: Tumor con infiltración a órganos adyacentes además de la vesícula biliar o perforación del peritoneo visceral.    
    
Ganglios linfáticos regionales (N)
Nx: No pueden evaluarse los ganglios linfáticos regionales.
N0: No hay metástasis a ganglios linfáticos regionales.
N1: Metástasis a ganglios linfáticos regionales.

Metástasis a distancia (M)
Mx: No puede evaluarse la presencia de metástasis a distancia.
M0: No hay metástasis a distancia.
M1: Metástasis a distancia.

ETAPAS CLÍNICAS
Etapa clínica I: T1 N0 M0
Etapa clínica II: T2 N0 M0
Etapa clínica IIIA: T3 N0 M0
Etapa clínica IIIB: T4 N0 M0
Etapa clínica IIIC: Cualquier T. N1 M0
Etapa clínica IV: Cualquier T. Cualquier N. MI

TRATAMIENTO

El tratamiento del hepatocarcinoma plantea un problema realmente serio por la frecuencia con que se acompaña de cirrosis hepática y como consecuencia hipertensión portal, e insuficiencia hepática secundaria, lo que hace en muchas ocasiones imposible llevar a cabo un tratamiento quirúrgico radical. Los pacientes con HCC, se pueden agrupar en aquellos que presen tan una enfermedad localizada resecable, localizada no resecable y enfermedad avanzada.

Hepatocarcinoma localizado resecable (T1-T2 N0 M0)

Generalmente éstos pacientes requieren de manejo quirúrgico porque la lesión en el hígado se encuentra localizada y puede resecarse con márgenes amplios de tejido sano ofreciendo al paciente las mayores posibilidades de curación o una mejor sobrevida. Los procedimientos quirúrgicos indicados para el manejo de estas lesiones conocidas como tempranas van desde una segmentectomía hasta una trisegmentectomía que consiste en la resección del 80% de la glándula hepática. El procedimiento quirúrgico requiere que la función de la glándula hepática sea normal o Clase funcional A de la clasificación de Pugh-Child, excelentes condiciones cardiopulmonares y que no exista contraindicación anestésica. En los casos de cirrosis severa con insuficiencia hepática moderada o grave es contraindicación para una resección hepática mayor, y en éstos casos podría pensarse en la posibilidad de un transplante hepático.

Hepatocarcinoma localmente avanzado no resecable

Dentro de este grupo se encuentran las lesiones localmente avanzadas, lesiones que no son rese cables por la localización dentro de la propia glándula o por cursar con insuficiencia hepática. En todos estos casos se tiene que independizar el tratamiento para cada caso en particular, dependiendo del tamaño tumoral, localización, enfermedades concomitantes etc. En tumores periféricos menores de 5cm. localizados se puede emplear etanol en inyecciones, la radio-frecuencia y crío-cirugía. Cuando las lesiones tienen mayor tamaño se valora el empleo de embolización de la arteria hepática con o sin quimioterapia con la finalidad de ocasionar necrosis tumoral y de esta forma, mejorar la sintomatología dolorosa; son procedimientos que requieren evaluación especializada porque la morbilidad es alta en casos de hipertensión portal o cuando existe trombosis de la vena porta. En otros casos se valorará el empleo de radioterapia.

Cáncer hepático avanzado (Cualquier T. N1 M1)

Generalmente se trata de tumores que abarcan ambos lóbulos hepáticos, o bien con metástasis a distancia, hueso, pulmón y diseminación peritoneal. No se cuenta con una terapéutica estándar y las medidas empleadas tienen como finalidad mejorar la sintomatología. Esto se debe a que la sobrevida es corta, de alrededor de 4 meses en promedio.

COMPLICACIONES

Las principales complicaciones del hepatocarcinoma ligado a cirrosis hepática o infecciones por hepatitis B, C, es llevar a la muerte al paciente por insuficiencia hepática. Los pacientes que se someten a tratamiento quirúrgico tienen insuficiencia hepática como mayor complicación postoperatoria, manifestada por hipotensión, aumento de la ictericia, formación de ascitis, hipoxia, sangrado, insuficiencia renal, falla orgánica múltiple y la muerte.
Otras complicaciones inherentes al acto quirúrgico son: las fístulas biliares que requieren reparación, manejo médico y se localizan en la superficie de sección. En otras ocasiones menos frecuentes pueden presentarse procesos infecciosos que requieren múltiples manejo, drenaje, antibiótico, manejo metabólico, etc.

PRONÓSTICO

Los mejores resultados se obtienen con la resección y transplante hepático con sobrevida del 65% a cinco años. Los pacientes manejados quirúrgicamente con lesiones localizadas desafortunadamente se ven complicados con recurrencia tumoral o formación de nuevos tumores a nivel de los nódulos cirróticos en el 70% de los casos, a pesar de usar en muchos casos terapias adyuvantes e inmunoterapia.

PREVENCIÓN

Debemos seguir las reglas establecidas para el manejo de sangre y derivados para su conservación y empleo; favorecer el empleo de material estéril entre la población para efectuar venopunción y agresiones punzantes en piel; evitar el consumo de etanol en forma indiscriminada mediante educación de la población y reglamentar el uso de pesticidas y la protección para el ser humano. Se requiere de información para evitar el consumo de cereales contaminados con hongos del tipo del aspergilus flavus en climas cálidos y húmedos; evaluar el empleo de vacunación para la hepatitis B y el uso de preservativos en las relaciones sexuales.

fuente: Oncologia de harrison y fundamento de oncología
 

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