Manía
El humor maniaco o hipertímico consiste en una variante patológica del humor
caracterizada clínicamente por una elevación del estado de ánimo o euforia, aceleración
del curso del pensamiento (taquipsiquia) e hiperactividad psicomotriz. Subjetivamente
el individuo maniaco se encuentra cargado de optimismo, energía vital y elevada
autoestima. Se encuentra pletórico, mas alerta, más alerta, más sano y mejor
que nunca.
Pese a ellos su capacidad introspectiva esta disminuida y no
le permite ver la naturaleza morbosa de su estado. Suele reaccionar con
irritabilidad maniaca cada vez que se trata de ponerle límites externos a su
actividad sin freno, pasando rápidamente al enfado y la agresividad.
No son infrecuentes las ideas paranoides cuando el paciente
se siente coartado en su libertad, ya que lo interpreta como envidia y
oposicionismo. A nivel extremo la tendencia es a la expresividad, con una
incesante verborrea, tendencia a la distraibilidad, reflejada en una alteración
de la memoria da fijación y uno cambios comportamentales que le llevan a
mantener una actividad sin descanso, asociada a proyectos grandiosos e
infundados, gasto excesivos, escasa necesidad de sueño y una desinhibición alejada
de su carácter normal ( hipersexualidad).
Es característico que esta hiperactividad y derroche
envuelvan a otras personas, que se puedan ver a su vez envueltas en sus
proyectos megalomaniacos, al menos en las primeras fases del cuadro, antes de
sucumbir al desengaño y al cansancio ante las extravagancias del paciente. Hay una
hiperestesia o aumento de la intensidad de las percepciones, que se hacen más
vivas e intensa.
Los síntomas de la manía podemos clasificarlos en los
siguientes apartados:
Estado de ánimos: elevado, expansivo, alegre, eufórico,
irritable.
Cognición: pensamientos acelerados, fugas de ideas (paso de
un tema a otro con rapidez y, a veces, con apenas una leves conexión entre los
temas o asonancia cuando la conexión se basa más en el significado), aumento de
la autoestima, grandiosidad, distraibilidad, delirios, alucinaciones.
Conducta: aumento de actividad, exceso de compromiso, gasto
excesivo, aumento de la sociabilidad, exceso de locuacidad, intrusismo,
indiscreciones sexuales, deterioro de la capacidad de juicio.
Somático: disminución de la necesidad de sueño, aumento de
la energía, disminución de las molestias físicas.
Los delirios están presentes en el 75% de los pacientes
maniacos. Los delirios congruentes con el estado de ánimo hacen referencia a
riquezas, poderes o capacidades extraordinarias. En la manía también pueden
aparecer delirios y alucinaciones extravagantes, incongruentes con el estado de
ánimo. Aproximadamente, el 75% de los pacientes maniacos se muestra agresivo o
exhiben conductas amenazantes. La alteración del juicio es un síntoma clave. Estos
pacientes tienen muy escasa conciencia de enfermedad.
Para poder emitir el diagnóstico de episodio maniaco se
requiere un mínimo de una semana (o menos en casa de requerir hospitalización)
de alteración patológica del humor (elevado, expansivo o irritable) durante el
cual han persistidos tres o más de los siguientes síntomas: autoestima
exagerada, disminución de la necesidad de dormir, verborrea, fuga de ideas,
distraibilidad, aumento de la actividad o implicación excesiva en actividades
placenteras que conllevas riesgos personales.
El principal mecanismo de defensa de la manía es la negación,
lo cual a su vez dificulta considerablemente el establecimiento de la
conciencia de enfermedad en estos pacientes.
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